martes, 14 de diciembre de 2010

Una ronda, un fogón




(Transcribo el texto que publiqué en la edición Nº 102 de Campo Grupal -julio de 2008-, con motivo del décimo aniversario de la revista)

¿Quieren saber qué me impulsó hace diez años a llevar adelante el proyecto que luego terminó llamándose Campo Grupal? Ante todo mis necesidades de lector. El entusiasmo que las prácticas y teorías grupales y psicosociales habían despertado en mí. Ese impulso pedía mas leña para alimentar el fuego incipiente.
Pero, ¿nunca tuvieron la sensación de llegar al lugar indicado -una fiesta, supongamos- cuando ya están comenzando a levantar las mesas, a limpiar el piso y con los últimos invitados despidiéndose en la puerta? Eso sentía yo por aquel entonces. Parecía que lo mejor de las producciones grupales ya habían pasado, todos los libros ya habían sido escritos y las revistas del sector mostraban evidentes signos de agotamiento y cerraban, una a una, o espaciaban indefinidamente sus ediciones.
Por un tiempo me senté a esperar que apareciera una buena revista. Pensaba, confiado, que no podía ser que en un campo tan rico no surgiesen constantemente nuevas publicaciones. Alguna, seguramente, iba a saciar mi sed de lectura y mi curiosidad. "Por qué diablos no seguirá saliendo la revista Crisis", pensaba. Bueno. Todos, o casi, sabemos bien por qué.
Y seguí esperando.
Los que me conocen, sin embargo, saben que la espera no es uno de mis fuertes. Así que un día colgué prolijamente mis ilusiones en una percha, desentumecí las piernas que se me habían dormido mientras estaba sentado en la sala de espera y llamé a un grupo de amigos. Les propuse, sencillamente, que fuéramos nosotros los que hiciéramos la revista que queríamos leer.
Lo demás es historia conocida.
Como dije al principio yo buscaba leña para mantener encendido mi entusiasmo y por suerte encontré mucho más: encontré amigos, colaboradores, lectores, ideas, proyectos. Encontré compañía.
Y con leña y compañía, ya se sabe, se arman enseguida los fogones.
Y eso es Campo Grupal. Una ronda de encuentros y complicidades alrededor de cuanto fuego podamos armar.
¿O qué creían?

Román Mazzilli

1 comentario:

  1. Alegría de ser cercano, comprendido en este campo de influencia, campo de transformación.

    ResponderEliminar