viernes, 17 de diciembre de 2010

Plazas encarceladas



(Esto escribí en mi muro del Facebook el 30 de noviembre)

Están enrejando una plaza más en la ciudad de Buenos Aires.
Esta vez le tocó a la de Villa del Parque, que misteriosamente se venía salvando de convertirse en cárcel…
Y quiero expresar algunos sentimientos o pensamientos si es que son dos cosas distintas, no se.
Nos estamos acostumbrando a un paisaje urbano cada vez mas deshumanizado. No voy a detenerme en este momento en la ambición sin límites que construye edificios donde sea y como sea, derribando casas, talando arboles y despreciando jardines y pulmones verdes.
Quiero hoy poner el foco en las plazas de todos, en los espacios verdes y recreativos de cada barrio, en esos lugares magníficos de encuentro, paseo, complicidad…
Nos estamos acostumbrando, decía, a atravesar puertas entre rejas para entrar, a horarios para su uso, a mirar mas allá a través de barrotes…Quien es dueño del espacio público? Como dejamos que nos arrebaten así nuestro paisaje en común?
Las teorías de la seguridad y del cuidado son solo máscaras para despreciar la autorganización ciudadana. Para quien es segura una plaza enrejada? Que se quiere evitar? A quien se culpabiliza por los riesgos en un espacio abierto?
Preguntas…
Toda esta movida tiene una metáfora privatizadora, una sujeción a los cuerpos, a su libre circulación y albedrío, una acusación a la noche y a sus devenires…
Subyace una filosofía de pasteurización de la vida, de "no pisar el pasto", de no jugar a la pelota, de no besarse bajo un árbol.
Es el triunfo de los guardianes, de los mediocres, de los pautados.
Luego vendrán mas mordazas, porque siempre van por mas, como pasa en muchos lugares de Chile por ejemplo, que ni siquiera dejan a grupos hacer música en el espacio público, o teatro, o…

Quiero plazas abiertas!
Quiero vidas circulando a placer!
Quiero ver el cielo sin filtros y mirar las veredas y a quienes circulan sin barrotes que nos separen!

Amigos, propongo que empecemos no permitiendo que nuestra imaginación acepte las rejas.
Quizás,, a partir de ahí, podamos hacer algo mas y colectivamente, para lograr que las retiren y que las plazas vuelvan a ser libres.
Porque de libertad se trata.
Y si no las retiran y si no escuchan…a poner manos a la obra.

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